Guía práctica para identificar el efluvio telógeno y anágeno
Guía práctica para identificar el efluvio telógeno y anágeno. El efluvio telógeno y anágeno son dos tipos de caída del cabello que pueden afectar a hombres y mujeres. Identificar correctamente cuál de los dos tipos está presente es crucial para determinar el tratamiento adecuado. El efluvio telógeno se caracteriza por una mayor pérdida de cabello en la fase de reposo del ciclo capilar, mientras que el efluvio anágeno se produce durante la fase de crecimiento activo. Esta guía proporcionará los conocimientos necesarios para distinguir entre ambos tipos de efluvio y tomar las medidas adecuadas para tratarlos.
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Causas del efluvio anágeno
El efluvio anágeno es una condición que se caracteriza por la caída repentina y masiva del cabello en la fase de crecimiento, conocida como fase anágena. Esta condición puede ser causada por diversos factores tanto internos como externos.
Entre las causas del efluvio anágeno se encuentran:
- Estrés: Situaciones de estrés físico o emocional pueden desencadenar el efluvio anágeno, ya que afectan el ciclo de crecimiento del cabello.
- Deficiencias nutricionales: La falta de vitaminas y minerales esenciales para la salud capilar puede provocar la caída del cabello en fase anágena.
- Enfermedades: Algunas enfermedades como la tiroides, lupus o diabetes pueden desencadenar el efluvio anágeno como parte de sus síntomas.
- Medicamentos: El uso de ciertos medicamentos como la quimioterapia, anticoagulantes o retinoides puede provocar la caída del cabello en esta fase.
- Factores genéticos: La predisposición genética también juega un papel importante en la aparición del efluvio anágeno en algunas personas.
Es importante consultar con un dermatólogo para determinar la causa específica del efluvio anágeno y así establecer un tratamiento adecuado. El diagnóstico precoz y el tratamiento apropiado pueden ayudar a prevenir la pérdida de cabello permanente.
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